lunes, 22 de abril de 2013

El jardín del Edén II

El otro día ví un calvo y pensé que era español. 
Era una imagen tan familiar que lo asocié directamente a algo que ya conocía de sobra. Y entonces me dí cuenta, es que aqui no hay calvos!
Por no haber no hay ni canas, pensé que era natural, pero no, se tiñen esos pelasos preciosos coreanos.

Ya hemos empezado a plantar cosas en el jardín, a ver si alegramos un poco el panorama.
Compramos un montón de lechugas que han ido desapareciendo, no se sabe muy bien que es lo que se las come, pero yo me hago una ligera idea...








Pero no sólo tenemos roedores (por decirlo sutilmente y no dañar la sensibilidad del lector), si no que también descubrimos un panal en el tejado. Esto de la primavera en Corea, es un chollo.
Parece que los panales son cosa de los bomberos, así que los llamamos y vinieron enseguida.
Le echaron un spray antibichos y hala! si veis que se vuelven a juntar le echais vosotros, si, fijo.

La putada es que eran avispas, y no abejas, que son bastante más riquiñas.
Espero que no vuelvan.
Ya casi no quedan flores en el árbol, así que ya no tienen excusa.

  


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