Shanghai y sus masajes

Con una sonrisa de oreja a oreja por dejar atrás Hong Kong y sus cucarachas, el miércoles me metí en el avión de China Eastern Airlines destino Shanghai.

Repetimos menú, como en los otros dos vuelos, asi que me comí el bollito de pan congelado y pasé del arroz tres delicias que era un asco. Pedí una almohada y una manta, y a soñar con el reencuentro con las niñas. Estaba realmente encantada de marcharme de Hong Kong, y sobre todo de casa de mi anfitriona. Muy maja si, pero limpiar lo que se dice limpiar, nada de nada.

Pues así llegué a Shanghai, medio enferma, yo creía que de cansancio, pero al ver a las niñas, y al saber que iba a dormir en una cama limpia y calentita se me pasaron todos lo males. 

Pasamos cuatro días estupendos. Hicimos turismo pero sin estreses, vimos templos, parques, fuimos al fake market (como no), y hasta fuimos a una antigua aldea a las afueras, toda rodeada de agua.

Un dia cenamos en el japonés más rico del mundo, y antes nos hicimos un masaje increible en los pies.

Lo de los masajes en China es adictivo, en una semana me hice tres. Depende de donde vayas, te puede costar entre 9 y 30 euros uno de cuerpo entero, y uno de pies, que suele durar entre media y una hora, de 6 a 15 euros.

Y pueden doler que se te saltan las lágrimas, o ser más suaves y relajantes. Pero claro, eso nunca se sabe hasta que no hay marcha atrás!

El de los pies, donde te tocan los puntos donde supuestamente están los órganos, bufff...yo me quería morir. Ya sé lo que es tortura china.   

Esto en Qibao, una aldea rodeada de agua, bastante cocha, y petada de chinos comiendo cosas muy desagradables, incluyendo pollitos hechos directamente dentro de su propia cáscara, esto es, cocinados dentro del huevo.

Un horror.

Nosotras nos compramos lo único que creímos que nuestros estómagos iban a poder tolerar; una masa hecha de plátano y huevo en forma de plátano! lo mejor del mundo.

 

 

  

Esto es el museo de Las sombras chinas. Recoje algunas de las marionetas que se usaban antiguamente en los teatros de marionetas chinas. Las figuras están hechas de papel o de piel de vaca, cerdo o burro.

Tienen muchisimo detalle y algunas son bastante grandes.

El museo era muy pequeño asi que no tenía mucha información, y por supuesto, la poca que había estaba en chino, pero encontré este video que explica la historia del teatro de marionetas, es muy bonito.

         http://www.youtube.com/watch?v=aJZ_sJXQQuI
 

Ir a pasear en barca no era una opción. 

Cuanto más alejadas nos mantuviéramos de ese apestoso río, mejor.

Un descubrimiento que hicimos, gracias a la sabiduría popular de Angela, es que los niños pequeños de, digamos, las clases más bajas, no usan pañales. Tienen un agujero en el pantalón (por delante y por detrás) por donde directamente, hacen sus necesidades en cualquier lado. 

Por supuesto, se les ve todo, van con el culo al aire.