Después de que mi compañera de piso nos dijera de manera muy sutil que teníamos que "abandonar la casa", alquilándole nuestra habitación a otra chica con nosotros dentro. Nos hemos mudado.
Si, tal cual. Lo de la tía esta es que no hay por donde pillarlo. Nada más llegar de vacaciones de Navidad nos dice que nos tenemos que mudar, que se lo ha pensado bien y que no le apetece vivir con una pareja (¿¿??).
Vale, de puta madre, sin problema, pero me lo podías haber dicho antes de marcharme a Coruña hace dos meses y te dejara la habitación pagada. Que lista la coreanita.
Pero nada, buen rollo, nos ponemos a mirar pisos y listo. Con calma que no hay prisa.
No había prisa hasta que a los dos días le alquila nuestra habitación a una pobre chica que tiene que dormir en una habitación que no tiene nada, ni siquiera cama. Así que la tía esa, está durmiendo en el suelo, esperando a que dejemos la habitación libre.
No creo que haya sido una situción muy cómoda para ella, pero como comprenderán las dos, no es mi problema si tiene que dormir en el suelo un mes, yo no me voy hasta que no encuentre algo que me guste.
Claro, como si fuera tan fácil.
Después de dos semanas de búsqueda y tensión en casa, encontramos nuestra casita.
Es una casa de dos pisos en un barrio bastante "auténtico" por llamarlo de alguna manera.
Es una zona que hasta hace unos años era prácticamente campo, no había nada. Y ahora están construyendo unos rascacielos que se te va la olla. Pero es al otro lado de la avenida, porque de nuestro lado, todo sigue como hace 70 años.
Bastante cutre, puestos callejeros y casas bajas de dos plantas.
Mola mucho. Y lo mejor, es que estamos en el centro en 10 minutos, y eso, no tiene precio.
La casa está bastante hecha polvo, pero es muy bonita y tiene patio (porque no lo voy a llamar jardín si no tiene hierba) y una terraza enorme en el segundo piso.
En el primero vivimos nosotros, en una habitación enorme con tres ventanas enormes que dan a árboles.
La habitación está orientada al sur, así que tiene muchísima luz durante todo el día. También viven una pareja de coreanos muy majos que hablan un poco de brasileiro, y una chica coreana que todavía no conocemos porque está fuera.
A final de mes la pareja se va al segundo piso, y viene un americano (ooooooh...) a su habitación.
Pero bueno, no hay que ser racista, no todos los yankis estás locos como nuestra querida Heejin.
Ahí van unas fotillos de la casa.
Ahora hace un poco de frío, porque al ser tan antigua la casa no está muy bien aislada, pero en primavera, esto va a ser el cielo.
Bicos!
Los coreanos, cuando un anciano se muere, hacen una ofrenda de una silla, que colocan en su lugar preferido, en un parque o en el jardín. Así, si el espíritu del anciano regresa de visita, puede descansar un poco. Por eso en tus fotos siempre sale una p... silla!!!
ResponderEliminarQue dices? en serio? porque aqui hay sillas en todos lados...
Eliminarhahahahahahahaha ¡Maldición! ¡Tenemos la casa llena de fantasmas!
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