viernes, 31 de mayo de 2013
Cerámica coreana y demás
El otro día fuimos a Ichon, a dos horas de Seúl, donde se fabrica mucha de la cerámica tradicional coreana que se vende en Corea. Está lleno de pequeñas fábricas, y estudios y tiendas donde los artistas venden su cerámica. Fuimos a casa de un tipo que parece que es famoso y que ganó un premio con un plato.
Es el hermano de la mejor amiga de Sally, nuestra coreana.
Vivían en un sitio guay, al lado de unos arrozales. Hacía 30 grados, y se caían los pájaros del cielo. Nos enseñó su estudio, y como trabajaba, y luego nos invitó a un té que tenía guardado desde el 97, una joya de té. A mi me sabía a tierra.
Una alegre fiesta
Un masaje coreano es como una paliza. Tu te crees que te vas a relajar, todo lo indica desde luego, la musiquita, el olor a flores, la camilla estupenda...y de repente, aparece la coreana bajita y fornida, y ya verás ya.
Tu cierras los ojos, y te relajas, y de repente, zasca! todo el codo en el medio de la columna. Empieza clavándote los codos, para luego amasarte con el antebrazo, que aunque parezca guay, es también un horror.
Sólo usó las manos para clavarme las uñas en las yemas de los dedos. Eeeeeeh....señoraaaaaa!!!
Pero que es esto!! yo casi salgo corriendo. Me recordó a cuando me hice el masaje de pies en china, que casi le pago en doble para que parara, vaya infierno...
Me masajeó hasta las orejas, fué una pesadilla, no sabía que podían doler tanto las orejas.
Todo el masaje fué con los codos, lo juro, horrible. Eso sí, al día siguiente estaba estupenda.
Habrá que repetir!
sábado, 18 de mayo de 2013
El cumpleaños de Buda
El viernes pasado fué el cumpleaños de Buda, y se celebró durante toda la semana.
El sábado pasado, había exhibición de lámparas de papel en los templos. Luego se sacaban a la calle en una larga procesión en la que podía participar todo el mundo, y en la que de hecho, estaba todo Seúl.
Nosotros nos fuimos a un templo budista que está al sur del río Han, y que es uno de los más bonitos.
Mientras estábamos allí, una gente que estaba en el templo nos invitó a ir con ellos a la procesión. Había buses gratis para el público que salían en media hora hacia el centro de Seúl, donde empezaba la procesión.
Así que nos apuntamos, estaba a una hora en metro, no había discusión. Nos dieron unas lámparas para que lleváramos en la procesión, un gimbap (un maki coreano), una botella de agua, y un bollo relleno de pasta de habas dulce. Para el camino, que es muy largo. Pos vale.
Nos dormimos en el bus, porque hacía como 26 grados.
Y cuando llegamos, le dimos las lámparas a unas niñas, y cogimos sitio para ver la procesión.
Había un ambientorro estupendo, estaban todas las ajummas con sus mejores galas y guardando sitio desde hacía dos horas. Estaban nerviosísimas, y yo diría, que algunas, bastante borrachas.
La procesión empezó a las 19.30, cuando el sol se está poniendo, y terminó a las 21.30. Durante esas dos horas, no paró de pasar gente, nunca había visto una procesión tan larga, fué increíble.
La gente estaba contentísima, cantaban y saludaban a todo el mundo, y las ajummas se levantaban de las sillas para bailar. Estuvo genial.
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