miércoles, 30 de enero de 2013

Las ajumnas

Las ajumnas son las señoras coreanas. Son todas enanas, me llegan por el hombro.
           

Van vestidas siempre de chandal, en invierno con un plumífero de señora con svarovskis en algún lado, y botas de montaña. Y con una gran visera en verano. 
Te arrollan si estás en su camino, y se ríen de ti siempre.
Son toda una institución en Corea, se las respeta y odia en cantidades iguales.
En la piscina es donde entro en contacto directo con ellas, y cada día lo flipo más.
Llenan las calles de la piscina, se ponen en hilera, y van dando saltitos. Hablan y dan saltitos.
No es buena idea que te cruces en su camino, si quieres nadar te vas a la calle de los señores, que tambien hablan, pero por lo menos se quedan apoyados al principio de la calle y no dan saltitos.
Antes de entrar a la piscina, hay que ducharse, obligatorio.
Ellas se duchan pero bien, a conciencia.
Se lavan como si no hubiera mañana. Incluso se sientan en el suelo (¡¡!!) para estar más cómodas. Después de la piscina se vuelven a duchar, y luego se van al vestuario (que también tiene el suelo caliente, como en las casas) y se tiran todas por el suelo. Y siguen hablando. Se echan cremas, se dan friegas las unas a las otras, se ponen el chandal, el plumífero, se pintan los labios y veña, pa fora que aqui vai 
unha calor...

 

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